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– El estudio mide la inclusión financiera a través de las dimensiones de Acceso, Uso y Calidad Percibida en Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú; y desde este año, Argentina.
– Colombia ocupó el quinto lugar en ránking de inclusión financiera de la región, con un puntaje de 44.7 sobre 100.
– Las dimensiones de Acceso y Calidad Percibida presentan los mayores aumentos frente a 2021, mientras que Uso aún permanece por debajo del promedio regional.

Por segundo año consecutivo Credicorp lanzó su Índice de Inclusión Financiera (IIF) en Colombia, Bolivia, Chile, Ecuador, México, Panamá, Perú y Argentina, país que se mide por primera vez en esta edición. Este documento busca ser una herramienta para comprender los retos en inclusión financiera y tomar decisiones estratégicas de modo que más personas ingresen al sistema financiero formal.

Para la construcción del IIF, elaborado por Ipsos, se consideraron tres dimensiones: acceso, uso y calidad percibida. Asimismo, se definió una escala de 0 a 100, en la que un mayor puntaje significa un mayor nivel de inclusión financiera. Según el IIF, el promedio obtenido por los ocho países analizados es de 44.2, lo cual significa una mejoría de 6 puntos frente al informe de 2021, apalancada en un crecimiento en todos los países, excepto Bolivia.

Así, Panamá continúa liderando el IIF con un puntaje de 56.4. Le siguen Chile (52.3), Argentina (49),que se ubica en el tercer puesto, Ecuador (48.9), Colombia (44.7), México (41.5), Perú (39.8) y Bolivia (38.3), que retrocede levemente frente a 2021.

El IIF en Colombia

Si bien en esta edición del Índice Colombia se mantiene en el mismo lugar, en parte debido a la inclusión de Argentina en la medición, la inclusión financiera en el país aumentó considerablemente frente al informe de 2021, al pasar del 38.3 a 44.7, con calificaciones de 62 en calidad percibida, 47 en acceso y 25.2 en uso.

Así, frente a la primera edición del IIF publicada el año pasado, no solamente la inclusión financiera aumentó cerca de 7 puntos porcentuales en Colombia, sino que todas las dimensiones registraron incrementos significativos, con lo cual el país se ubica por encima del promedio regional en esta materia.

“Creemos muy saludable que se haya dado un incremento considerable en cuanto al conocimiento sobre los productos y servicios en Colombia. Sabemos que la mayor cantidad de personas que conoce el sistema financiero formal ya no regresa a la informalidad, y esto es un patrón a nivel regional. No obstante, vemos que hay un espacio importante de mejora en cuanto a prácticas de ahorro. Si bien muchas veces las personas no pueden ahorrar por causas externas, también existe un grupo importante de colombianos que decide no hacerlo”, detalló Gregorio Mejía, presidente de Mibanco Colombia, empresa del holding financiero Credicorp.

Calidad percibida

Al igual que en 2021, Colombia destaca entre los tres países con mejor puntuación en la dimensión de calidad percibida, después de Panamá (69.3) y Ecuador (65.5). Esta dimensión analiza la confianza y calidad de los productos financieros disponibles. En un rango del 1 al 5, los colombianos calificaron la confianza en su sistema financiero formal con un promedio de 3.11, ubicándose ligeramente por encima del promedio alcanzado por los 8 países del IIF (3.05).

Colombia también destaca en la medición que se hace sobre la imagen general de las instituciones del sistema financiero, con una evaluación de 3.13 en una escala del 1 al 5 y convirtiéndose en el tercer país con mejor evaluación en esta categoría. Sin embargo, esto contrasta con la percepción de facilidad que se tiene para obtener un producto de ahorro o crédito, en donde Colombia (3) queda en el penúltimo lugar, así como en los costos para el usuario, ubicándose por debajo del promedio regional.

Acceso

De acuerdo con el IIF, en el lapso de un mes, el 74% de los peruanos no utiliza productos financieros (por ejemplo, tarjetas de En Acceso Colombia presentó el mayor aumento, al pasar de 34.8 en el Índice de 2021 a 47 en el de 2022. Esta dimensión del IIF toma en consideración la infraestructura financiera, el conocimiento y la tenencia de productos de ahorro o seguro. Colombia destaca, pues el 95% de los colombianos cuenta con algún tipo de producto de este tipo y el 96% conoce, al menos, un producto financiero formal, lo cual ubica al país muy por encima del promedio regional en ambas variables. Los productos más conocidos son la cuenta de ahorros o corriente, la tarjeta de crédito y la tarjeta de débito. Asimismo, el 75% de los colombianos conoce las billeteras digitales o las cuentas conectadas al teléfono.

De otro lado, se observa que el 32% tiene un producto de crédito con entidades formales, mientras que el 4% cuenta con productos informales (prestamistas, familiares o conocidos, grupos o juntas) y el 63% no posee ningún producto crediticio, mostrando un aumento de 10 puntos porcentuales en la tenencia formal y disminuciones de 6 puntos porcentuales (pps) y 3 pps frente a 2020, respectivamente.

Un dato que resalta es que el 61% de los colombianos percibe, al menos, una barrera para tener productos financieros. Esto muestra una mejoría frente al IIF anterior, pero permanece como uno de los niveles regionales más altos. Entre las personas que no tienen productos de ahorro o seguro, el 44% señala que no cuenta con recursos suficientes, mientras que el 23% considera que no le interesa, con un aumento frente al año anterior.

Uso

Esta dimensión, que analiza la información sobre las transacciones básicas, ingresos y ahorros, es la más débil en el país y fue la que menos creció frente al Índice anterior, con lo cual Colombia se ubicó en 25.2, muy por debajo del promedio regional (29.2).

Así, el IIF reveló que el 66% de los colombianos no utiliza ningún producto financiero en el lapso de un mes, siendo uno de los niveles más altos entre los países estudiados. En promedio, un colombiano utiliza 4.68 productos financieros al mes, muy por debajo de la media regional (6.14). Frente a esto, es de resaltar que en el país existe un alto uso de efectivo para comprar alimentos (98% de los colombianos), productos del hogar (96%), productos para uso personal (96%) y pagar créditos (74%), entre otros.

Por otro lado, en el último año el 25% de los colombianos realizó transferencias de dinero a través de medios formales, cayendo 7 pps frente al anterior IIF. De las personas que realizaron transferencias, el 61% lo hizo a través de una billetera móvil, el 44% de manera personal a través de familiares o conocidos y un 41% a través de puntos de atención de alguna entidad.

Así como se presenta en los demás países analizados, en Colombia también se percibe que el ahorro es una práctica poco común. De las personas que ahorran, el 44% lo hace en una alcancía o debajo del colchón y el 42% en una cuenta a nombre propio. El 12% de los colombianos indicó que ahorra a través de medios formales, mientras que un 13% no cuenta con medios formales de ahorro, y el 75% señaló que no ahorra.

Hallazgos regionales

Al revisar de forma agregada los resultados, se encuentran desafíos comunes para los 8 países, relacionados con variables como la educación, género, edad y zona de residencia. Respecto a la primera variable se evidenció que, a mayor nivel educativo de las personas, mayor inclusión financiera. Por ejemplo, quienes tienen estudios de posgrado alcanzan un puntaje de 68.4, por encima de aquellos con educación primaria (32.3) o sin estudios (20.3).

Respecto al género, los hombres tienen una mayor inclusión financiera frente a las mujeres, con puntajes de 45.7 y 42.7, respectivamente. Aunque se identifica una reducción en la brecha de género, los retos permanecen en esta materia. En relación con la edad, las personas mayores suelen tener menores niveles de inclusión: para el rango de edad entre 26 y 42 años el puntaje es 48.4, mientras que para los mayores de 60 años el puntaje es de 34.9.

Por último, de acuerdo con el IIF, vivir en ámbitos rurales y urbanos es un condicionante de la inclusión financiera en todos los países, en el que se observa una diferencia de 9 puntos entre el ámbito urbano (45.8) y el rural (36.4).

“Desde Credicorp estamos convencidos de que la inclusión financiera está ligada directamente con el bienestar social, pues el sistema financiero puede ser el catalizador del progreso de las personas. En ese sentido, debemos tener claro los retos que enfrentamos en esta dimensión. Con esto en mente, lanzamos esta nueva edición de nuestro Índice de Inclusión Financiera, que va en línea con nuestra estrategia de Sostenibilidad de crear una economía más inclusiva y sostenible”, explicó Enrique Pasquel Rodríguez, gerente de la División de Asuntos Corporativos de Credicorp.

Para conocer los resultados completos del segundo Indice de Inclusión Financiera de Credicorp, ingresa aquí: https://www.grupocredicorp.com/indice-inclusion-financiera/.